Lilah Potter & Seth Riddle // I will never let them hurt you

meluu Mar Nov 16, 2010 8:26 pm

I will never let them hurt you
Lilah Potter & Harry Potter {aka: Seth Riddle}
21/08/2000 ;; Festival

Sintió los gritos, los llantos, los nombres de las maldiciones prohibidas eran dichos por doquier y, por más que fuese una Potter hecha y derecha, tenía que admitir que tenía miedo. Le aterraba la idea de que cualquier miembro de su familia pudiese resultar herido, desde sus padres a sus hijos, quienes le había desarrollado de forma considerable el instinto maternal.

Corrió, intentando alejarse lo más posible de la concentración de Mortífagos, pero donde quiera que ella iba, ellos ya estaban ahí, torturando gente. Sintió como la desesperación de no encontrar ningún rostro conocido la iba consumiendo, haciéndola vulnerable.

— ¡Mami! ¡papi! -Ese grito aterrado le estrujó el corazón, al reconocer la voz de uno de sus hijos más pequeños
— ¡Ralph!

Y comenzó a correr aún más rápido en dirección hacia la voz, como si la vida se le estuviese yendo en ese simple acto que, a decir verdad, realmente era así últimamente. Cada bocado de aire que tomaba se convertía en una puntada para sus pulmones, pero sabía que no tenía opción, que podía sufrir ese mínimo o ver a su hijo morir frente a ella.

Se detuvo en seco al verlo hecho un ovillo en el suelo, sacudido por los sollozos, y a ese infeliz apuntándolo con su varita y una sonrisa macabra dibujada en su rostro

—Solo te dolerá un poco, nene -No pudo más, la rabia la cegó por completo y únicamente atinó a lanzarle un hechizo por la espalda, uno que ni siquiera sabía cual era, pero que lo hizo distraerse lo suficiente como para ponerse frente a su hijo antes de que el asesino volviese su vista a él- Tú...
—No te atrevas a tocarlo -Advirtió entredientes, alzando la varita hacia él una vez más, pero éste se limitó a alzar un ceja, desarmarla, y sonreír de nuevo. Ella se giró hacia su hijo- Corre cariño, busca a papá -le susurró, tratando de tranquilizarlo con una pequeña sonrisa

Al momento en que el niño desapareció corriendo por entre los árboles en dirección a las cabañas, volvió a mirar con furia en los ojos a quien estuvo a punto de convertirse en el asesino de su hijo menor.

—No te atrevas a hacerle daño -Repitió firmemente, sin levantarse del suelo; el tipo lanzó una risa sarcástica
—Ay, preciosa, tú no asustas ni a una mosca -Se le acercó y la apuntó con la varita- Y tú muerte, me significa más que la de ese mocoso

El corazón comenzó a latirle más de lo que alguna vez creyó que podía ser capaz, sentía los latidos en la garganta y como le costaba respirar a cada paso que el hombre vestido de negro daba en su dirección. Alejarse no le estaba sirviendo de nada, y supo que iba a ocurrir.

—Avada...
— ¡Avada Kedavra! -Soltó con furia una voz detrás de ella.

Sus pupilas se dilataron por la sorpresa y su respiración se hizo muchísimo más agitada. Un escalofrío se abrió paso por su espalda al notar que alguien volvía a tenerla a su merced, alguien poderoso, lleno de ira interior que respiraba pesadamente, un poco más lento que ella.

— ¿Estás bien? -La voz intentaba ser suave. Con miedo, ella se giró y, entre las sombras y los haces de luz de los hechizos, distinguió una figura idéntica a la de su padre
—Me salvaste la vida, papá -Murmuró, poniéndose torpemente de pie pero, al dar un paso hacia él, éste retrocedio uno también y, el reflejo de la luna, le permitió tener la vista de esos ojos iguales a los de su madre; frunció el seño
—No soy tu padre -Le dijo, corriéndose hacia la derecha; ella vio la capa de Mortífago ondear suavemente y se tensó- pero nunca dejaré que te hagan daño -Finalizó en un susurro

Le fallaron las piernas y el mundo comenzó a darle vueltas para finalmente sentir todo desvanecerse mientras su vista se tornaba negra y se dejaba caer en la inconciencia. El muchacho se acercó y la acunó en sus brazos, quitándole un mechón de cabello del rostro

—No permitiré que te dañen jamás...hermana